Las infecciones asociadas al medio sanitario constituyen una causa importante de morbimortalidad en todo el mundo, suponiendo un grave problema dentro de la línea estratégica de la Seguridad del Paciente.
La Podología, al ser una ciencia sanitaria y al utilizar diferentes instrumentales para realizar diversos tratamientos, no deja de ser un medio sanitario con posibles transmisiones de infecciones entre pacientes.
Por ello, una de las medidas de eficacia demostrada es la esterilización del material utilizado en consulta con cada paciente. Una inadecuada práctica del proceso de esterilización, conlleva riesgos para el paciente en lo que refiere a infecciones cruzadas.
La quiropodia es el servicio más frecuente que se realiza en podología, el cual consiste en el corte terapéutico de uñas, deslaminación de hiperqueratosis y/o tratamiento dérmico. De forma macroscópica (a simple vista) no se puede conocer con certeza si hay una infección incipiente por hongos, virus y/o bacterias. En caso de que el paciente tenga una infección en proceso inicial y se realice un servicio de quiropodia, el instrumental utilizado para ese paciente queda contaminado y si éste no se esteriliza, hay altas probabilidades de realizar una infección cruzada entre pacientes por una mala praxis del profesional sanitario.
Por todo esto se debe de utilizar instrumental estéril en cada paciente. La esterilización es una técnica mediante la cual se destruye cualquier forma de vida patógena y saprofita, incluidas sus formas de resistencia.
La esterilización cuenta con un estricto protocolo de actuación, el cual consiste en:
- Desinfección del instrumental mediante desinfectantes químicos específicos.
- Envasado del instrumental.
- Proceso de ESTERILIZACIÓN.
- Almacenamiento del material estéril con control de calidad.
UN OBJETO PUEDE ESTAR DESINFECTADO, PERO NO ESTERILIZADO. MIENTRAS QUE TODO EL MATERIAL ESTÉRIL ESTA DESINFECTADO.
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